Volviendo
Estuve enferma toooda una semana. Y no tenía ganas de escribir. Primero pensé que no había nada que escribir. Porque, sinceramente, ¿qué puedo tener para contar si estuve cinco días encerrada en mi casa? Pero siempre hay algo para contar. Aunque fueran aburridos detalles. Así que llegué a la simple conclusión de que no tenía ganas de escribir en el blog. Y pensé... ¿qué pasa si no escribo? ¿me traicionaría en el único espacio en que encontré cierta continuidad? ¿y qué pasa si lo cierro? Nada. No pasa nada. Así que volví a escribir.
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