31 marzo 2006

No es natural / Parte 1

Los que pasaron el CBC en Puán, no pueden ignorar este texto de Vincent Marques. Muchas veces naturalizamos algunas cosas que nos pasan, y no nos detenemos demasiado a pensar si no podrían ser de otra manera. Quiero decir, siempre podrían ser de otra manera (eso lo sabemos) pero no perdemos mucho tiempo en pensar en el cómo... ergo, no perdemos mucho tiempo en pensar en hacerlas diferentes. Las aceptamos como vienen. Y simplemente suponemos que están ahí porque siempre lo han estado. Porque es natural que lo estén.
"Don Josep Timoneda I Martinez se ha levantado temprano, ha cogido su utilitario para ir a trabajar a la fábrica, oficina o tienda, ha vuelto casa comer arroz cocinado por su señora, y más tarde ha vuelto de nuevo a casa, despues de tener un pequeño altercado con otro conductor a consecuencia de haberse distraído pensando en si le ascienden o no el sueldo y categoría. Ya en casa, ha preguntado a los críos, bostezando, por la escuela, ha visto un telefilme sobre la delincuencia juvenil en California, se ha ido a dormir y, con ciertas expectativas de actividad sexual, ha esperado a que su mujer terminara de tender la ropa. Finalmente, se ha dormido pensando que el domingo se irá con toda la familia al apartamento. Lo último que recuerda es a su mujer diciéndole que habrá que hablar seriamente con el hijo mayor que no se sabe qué cosa.
Este es el inventario banal de un día normal de un personaje normal. La vida, dicen. Pero, ¡atención!, si el señor timoneda es un personaje "normal", "medio" y este es un día normal, es porque estamos en una sociedad capitalista, de predominio masculino, urbana, en etapa que llaman de sociedad de consumo, y dependiente culturalmente de unos medios de comunicación de masas subordindos al imperialismo. El personaje "normal", si la sociedad fuera otra, no tendría que ser necesariamente un varón, cabeza de familia, asalariado, con una mujer que cocina y lava la ropa, y con un televisor que pasa telefilmes norteamericanos.
Nacer, crecer, reproducirse y morirse. De acuerdo. Eso hacemos. Pero ¿acaso no importa cómo y cuándo nacés, qué ganas y qué pierdes al crecer, por qué reproduces y de qué y con qué humor te mueres?".


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