22 marzo 2006

Bastaaaaa!!!!

No puedo escribir. No tuve estos días ni un segundo libre para escribir dos palabras. Empiezo a enloquecer y odiar a la gente. Creo que cuando terminen las inscripciones me interno. O mato a alguien, je. Hace dos años que trabajo en este lugar y jamás me había pasado esto de no soportar más la soberbia de ciertos alumnos. Yo solía ser una persona ultra paciente. Siempre me creí ideal para atender al público porque sé poner cara de GraciasPorVenir o QuéBuenoQueSeQuiereAnotar, acompañada de una amplia sonrisa. Obviamente están los viejitos amables y dulces que se acercan con mucho respeto. Pero en su mayoría han resultado prepotentes y maleducados (parezco una vieja ofendida). Algunos falsificaron autorizaciones de los docentes; otros no aceptan un NO, y se van gritando y amenazando con que "no se quedarán callados" (y a mí qué, pienso). Siempre aparece uno que llora porque no quiere hacer la cola, otro que está desde las 5 de la mañana y no entiende cómo tardamos tanto (considerando que en una mañana hemos llegado a inscribir a 700 personas). Hay planteos que yo no se si hacen porque no escuchan, porque no quieren entender o porque les chupaunhuevo que yo esté poniendo a su disposición mis cuerdas vocales. El caso es que “nos pagan el sueldo”, y entonces se adjudican el derecho a tratarnos muy, pero muy mal. A tomarnos del brazo, levantarnos la voz o ignorar cualquier explicación o alternativa que se les brinde. Llegan decididos a anotarse, no importa que esté pasada la fecha; no importa no haber venido en horario; no importa que el curso este COMPLETO. No importa. Por otra parte ya no sé cual era mi trabajo. Tengo atrasados mil trámites (con un tiempo para resolverlos de 30 minutos por día). Me duele la cabeza. El otro día se me hinchó el ojo. Parecía que me pusieron una tremenda trompada. Y no tengo tiempo ni ganas de estudiar. Agarro los textos una hora, y gracias. Anoche terminé en la cama a las 23hs. ¿¡¡Díganme quién a los 25 años se acuesta tan temprano!!? Y me levanté a las 6 para estudiar, fresca como una lechuga. Eso sí, cuando llegó la hora de salir para el laburo... NUNCA TARDÉ TANTO EN CAMBIARME.
Estas inscripciones me están quitando las ganas… absorben mis energías de una manera irrespetuosa. Funes me dice que no es explotación, porque existen cosas peores. Entonces, Funes, encuentro dos sinónimos (a ver si le gustan): fraude y aprovechamiento. Que con una buena dosis de falta de compañerismo, termina de pudrir el rancho Bueno, eso es lo que me dijo algún compañero. Yo casi no lo noto, porque trabajo re sola… Por ahí uno no se da cuenta y es peor compañero de lo que cree. Trasca mi tendencia a hacer la mía y no salir de mi nube de pedo.
En fin… aparentemente el lunes es el último día. Este fin de semana me recupero o me recupero. Viví enferma este último mes. Y la congestión no me abandona. Puaj!!
En fin… que the force be with us this days…


1 Causas y azares:

Blogger Emilie dijo...

uhh los trabajos! lunita. Yo estoy tan harta de ser tan amable cuando hablo con la gente que cuando salgo del laburo a la primer persona que me roce en el colectivo la quiero mandar a la mierda.
saludos!

2:30 p. m.  

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