17 agosto 2006

Sarmiento # 10 (o Decálogo del Pasajero Sarmientino)

1- Resignesé. Si viaja en el Sarmiento es porque no le da el target para la combi ni el tiempo para el colectivo. No crea que por visitarlo diariamente tiene derecho a pretender calidad en el servicio, ni respeto. No se desespere si el tren no aparece. Es lo más normal en el mundo del Sarmiento.

2- Valore las comodidades: los adictos y ciclistas ocuparán el extravagante “vagón fumón”. Los pícaros ladronzuelos podrán viajar en horas no-pico, cuando escasea la seguridad y las señoras con lindas cadenitas se animan a viajar. Los laburantes no sufrirán el frío en invierno -tampoco pretenda perfume a frutos del bosque- ni en verano (los dueños del Sarmiento responden a cierta “coherencia empresarial”). Los estudiantes obtendrán asiento para leer si son listos y saben empujar, y podrán conservarlo si se avivan y pasan por dormidos. Y los simples transeúntes podrán divertirse con el delicado balanceo al que nos expone diariamente cada vagón. O sorprenderse con las simpáticas miserias que nosotros, los pasajeros sarmientinos, ya hemos naturalizado.

3- No tenga estilo propio. Nada que lo diferencie del aquelarre que nos distingue será bien recibido. Ahí somos todos iguales. No aceptamos vacas flacas. Evite ser inteligente y pensar demasiado. Hay cosas que simplemente no tienen explicación. No hay ningún “vagón más vacío”. No existen “responsables” por demoras. Si te tocaron “las cachas” no fue casual. Jehová se las tomó hace rato. Y la ley de Murphy se cumple siempre: si sacaste el boleto fuera de hora pico, seguro fue al pedo.

4- Aprenda a estimar los resfríos. Estos lo protegerán de los singulares olores orgánicos que solemos compartir durante el viaje, muchos por falta de baño, dentífrico o mala digestión (si es que el estómago no rechaza algún desayuno, que por supuesto nunca será limpiado).

5- Evite la indignación barata. Ya no nos lamentamos por los animales que no te dejan bajar en la Terminal, presurosos por subir al vagón (de hecho, estamos por legalizar los codazos para poder bajar).

6- Respete cierto margen de robo. Nunca nadie reaccionará ante el sorpresivo manoteo, aunque debe saber que más de uno se queda con ganas de ser el héroe que cruza su pierna para hacer caer al ladronzuelo.

7- Sí, existen los accidentes y los suicidas. Todos los días. Y ellos no tienen demoras.

8- No sea excesivamente respetuoso. Al reencontrarse con gente que hace rato no ve, puede hablar sin parar y muy alto de cualquier trivialidad, y no dejar leer al pasajero que está a su lado. Y no se indigne por la falta de solidaridad: el mundo está superpoblado de embarazadas, niños, ancianos y discapacitados que obtendrán beneficios en futuros viajes. Puede hacerse el dormido, pero recuerde que siempre habrá quien le eche una mirada acusadora. Debe estar psicológicamente preparado para sobrellevar cualquier posible enfrentamiento.

9- Si tiene serias quejas, aporte sus experiencias al Frente Usuarios Desesperados del Sarmiento, grupo de respetables románticos enfurecidos, en plena cruzada por mejorar su calidad de viaje.

10- Nunca pierda la esperanza. Crea en algún Dios, destino o azar que dispondrá algún día un buen administrador que además sea inteligente y se preocupe por el bienestar del pasajero sarmientino. Luego, despiertesé y mejor se apura, que va a perder el rápido.

16 Causas y azares:

Blogger Emilie dijo...

jaja, y los suicidas siempre eligen Flores...

1:46 p. m.  
Blogger María Petraccaro dijo...

Muy, pero muy bueno.
Te digo que es aplicable a casi todas las líneas. Y al Roca, ni te cuento...

Saludos, María.

3:03 p. m.  
Blogger Pol Capillas dijo...

Nunca más te insultaré viejo y querido Ford K

3:37 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

reconcíliese, bitácora... reconcíliese

5:44 p. m.  
Blogger Fideos con manteca dijo...

Che! hay un línea de tren hermosa en el oeste llamada URQUIZA. La que pasa por Martín Coronado y va hasta San Miguel. La conocés?

2:08 a. m.  
Blogger Emilie dijo...

conocida como "el trencito"... me gustaba viajar en ese tren, en la estación Coronado casi siempre se sentían algunos tambores provenientes de la placita, lindos recuerdos.

9:48 a. m.  
Blogger Fideos con manteca dijo...

sí, la plaza esa es una masa. No por el rock oestiano (que se viene abajo), pero sí por algunas bandas de regaeeee y ska que suenan muy lindo. Al lado de esa plaza hay un lugar llamado "el monarca", que sería un nuevo Mocambo (el de haedo) en sus meejores épocas.

1:21 p. m.  
Blogger Lunita dijo...

miren ustedes... yo tenía una amiga en Martín Coronado y recuerdo que el viaje en tren no fue tan patético. Qué bueno pensar que el decálogo no es taaaan universal...

2:00 p. m.  
Blogger Emilie dijo...

yo nunca fui al mocambo ni en sus mejores épocas, pero che, qué bueno es encontrarse con gente de lo pagos de uno, vieron...hace poco fui a ver a divididos y me sentí oestiana de nuevo. jaja.

2:19 p. m.  
Blogger Juan M. dijo...

propongo que este pequeño manual sea publicado y vendido a los usuarios en el mismísimo sarmiento mismo.

8:38 p. m.  
Blogger Lunita dijo...

¿Usted cree...?

1:31 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

y sí... si es el mismísimo sería el mismo, digo... no?

3:03 p. m.  
Blogger Lunita dijo...

ay, Funes...!! Siempre tan "corrector", usted...!

3:46 p. m.  
Blogger Juan M. dijo...

claro y si es el mismísimo y el mismo al mismo tiempo, sería también un chiste, tonto si se quiere, pero un chiste. ¿qué le parece?

10:43 p. m.  
Blogger Unknown dijo...

¡¿Qué sería de tu blog sin el Sarmiento?!

¡Sea más agradecida, che!

:D

9:55 a. m.  
Blogger Lunita dijo...

jajaja, agus, justamente...

1:23 p. m.  

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