16 septiembre 2006

El efecto F

Érase una vez, hace muchos años, un abuelo Fernández (el de la mamá de Lunita), que tuvo tres hijos con una abuela Pérez (la de la mamá de Lunita). Ella vivía en la casa de enfrente, en un lejano país de anchas cejas. El abuelo Fernández nunca reconoció a sus hijos, entre ellos el abuelo Rosendo (el de Lunita), que tuvo dos hijos a los que sí reconoció, entre ellos la porsuertetodavíanoabuela Mary (la mamá de Lunita).
Como el abuelo Fernández no reconoció a sus hijos, entre ellos el abuelo Rosendo (el de Lunita), los tres llevaron el apellido de la abuela Pérez (la de Mary, mamá de Lunita). Lunita, que sí fue reconocida por su propio padre Fernández (esposo de Mary, mamá de Lunita, e hijo de un padre Fernández que también lo reconoció y así y así hasta donde Lunita conoce), lleva únicamente su apellido. De haber resultado una chica de la jai sosaieti, Lunita hubiera llevado el doble apellido Fernández Pérez. De hecho, fuentes cercanas aseguran que esta razón es determinante en las torpezas que caracterizan a muchos gestos y actitudes de Lunita (y no hace falta insinuar el país de procedencia de sus abuelos). Lamentablemente, esto puede descubrirse en su pasaporte español, donde sí exigen los apellidos paterno y materno.
A pesar de esto, en la Argentina de hoy es una fortuna para ella que un abuelo Fernández (el de la mamá de Lunita) no hubiera reconocido a sus tres hijos en aquella (en aquella época). De haber sido así, el doble apellido de Lunita sería determinante en su carrera como politóloga. Ya no sería Fernández Pérez, sino Fernández-Fernández. Rechazada socialmente por temor a un crecimiento escabroso de negros bigotes; o tal vez admirada por la finura de su amplio vocabulario ante la Cámara, y su siempre peinado flequillo; sumando a su doble apellido un “de K”, completaría la farsa de la historia Argentina, que actualmente vive de la tragedia.
Y no es que no hayamos vivido tiempos de tragedia; sino que cuando la historia se repite… sobreviene la farsa (o la comedia. Usted elija).

2 Causas y azares:

Blogger María Petraccaro dijo...

Farsa, comedia, tragedia, de a ratos cualquiera y de a otros todo junto...

Hoy por hoy, un karma apellidarse Fernández... :-)

1:01 p. m.  
Blogger Lunita dijo...

si... parece que somos una gran familia llena de ovejitas negras...

11:53 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home