Anti Sarmiento Londinense

El tren salía a las 8 o’clock. Como llegué dos minutos tarde, lo perdí. La pantalla de TV que se repite en todas las estaciones indicaba los demás horarios de salidas y llegadas así que esperé los tres minutos siguientes para poder tomar el otro. Como me encontré con dos amigos, nos dieron el pase del día (el descuento por ser más de uno y que además incluye el viaje gratis en colectivos y subtes). Obviamente no viajaríamos en primera clase (odio el tapizado verde de sus asientos y las grandes mesas entre ellos). Cuando por fin llegó el tren, presioné el botón para abrir la puerta y subí. Pude relajarme y el frío se me pasó porque el tren tiene calefacción. Algo me parecía raro en este viaje…
Al toilet no fui, y eso que el recorrido duró como una hora… Me senté en una de las sillas tapizadas de rojo/bordó (mi color favorito) y apoyé mi laptop sobre la mesita que está entre los asientos de cuatro. Para no manchar los pisos alfombrados, tire los papelitos de los caramelos en el tachito de basura que hay al costado de cada asiento. Creo que ya sé. Lo raro en este viaje es que las ventanas no están rotas!! Ah… es que estoy en Londres. Es que estoy viajando en el anti-Sarmiento.