04 agosto 2006

Against all odds

Odio la estampida de burros que se abalanzan sobre uno impidiendo la salida del tren. Siempre es la misma historia. Hay estaciones clave: Once (incluyendo Miserere, obviamente), Flores, Liniers y Ramos. De ahí en adelante, por fortuna, desconozco. Hoy me tocó intentar escabullirme para bajar en Ramos. Señora, corra el cochecito pal costado. En medio del camino le vamos a pisar al nene… Hasta tuve que hacer fila para pasar por debajo del brazo-puente de un alto muchacho, que estaba parado en mi camino y no iba a bajar. -Sí, es por acá- me dijo mirando bajo su brazo. -Y son dos pesos-. Se rió como si hubiera descubierto un gran chiste. Al fin y al cabo, todo el viaje es un gran chiste.
Sin perder la paciencia, esperé inmóvil que el tren se detuviera. En cuanto lo hizo y abrió sus puertas, empezamos a salir en hilera por los costados (no olvidar a la señora okupa con el cochecito, en el medio del pasillo). Ya casi saliendo, un tipo que había logrado entrar en el medio, mientras por el costado se deslizaban las dos hileras cual serpientes, perdió el equilibrio y yo no sé si chocó conmigo o si fue otro, pero calló de espaldas al piso. Me sentí en un partido de fútbol y puse la cara y el gesto con las manos en alto casi al grito de ¡yo no lo toqué! Pero lo ayudé a levantarse igual. No es que se mereciera mi solidaridad. El tipo ya estaba adentro del vagón cuando aún no habíamos terminado de bajar nosotros, los de la fila. Seremos la gilada, pero el riesgo lo corre él. Sin embargo, no pude evitar sentirme responsable de su derrumbe.
En realidad… lo pensé y hasta me sentí orgullosa (si es que fui yo la que lo empujó) de que, al menos una vez, la odiosa estampida de burros perdiera a uno de los suyos.

4 Causas y azares:

Blogger Unknown dijo...

Yo en cosas tan simples como esas, descubro lo intolerante que soy, lo odioso que soy, lo bruto, lo vulgar.
No las descubro intercambiando ideas y diciendo "Puta, no estoy de acuerdo con... me tendría que sentir mal", las descubro en esas cosas:
tuve que hacer combinación de subte en 9 de julio, estación que parece el Golfo de México, debido a las corrientes que se cruzan.
La cosa es que cuando me disponía a salir del vagón, descubrí que iba a ser casi imposible debido a la gente que intentaba hacer lo contrario. Y me dije "No pueden ser tan obtusos de no entender reglas físicas tan simples como que para que algo se pueda llenar, primero tiene que estar vacío" y entonces decidí ser obtuso e intolerante yo, y arremetí como jugador de rugby contra la manada que se me venía encima. Cual si fueran bolos de bowling iban cayendo. Tiré a una mujer y a un tipo, me comí insultos y un guardia de seguridad me corrió para llamarme la atencion.
Bueno, eso. Soy intolerante. Soy peor que todos.

:(

6:33 p. m.  
Blogger wallychoo dijo...

Cuando nos limitan a ser solo de una forma, sacamos lo peor de nosotros...que mierda...No?

8:01 p. m.  
Blogger Lunita dijo...

Bueno, parece que se me colgó el sistema y no salió mi coment anterior.
Lo que escribí fue que al final, con tanta mierda, termina siendo como el refrán: "si no puedes contra ellos, te les unes".
Eso no quita que estemos sacando lo peor de nosotros, pero de a ratos creo que el objetivo de la Serie Sarmiento es el de mostrar esas (nuestras) miserias.

3:17 p. m.  
Blogger Lunita dijo...

Gracias frastraslafra! vaya nombre te buscaste! volvé cuando quieras; que sos bienvenido :)

12:19 a. m.  

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