05 septiembre 2006

Sarmiento # 11

Esta vez el tren no vino tan lleno. Me acomodé al costado, frente a un asiento individual. Saqué el libro de la cartera, los anteojos y empecé a leer.
Mientras intentaba sumergirme en la lectura noté la inquietud del joven sentado frente a mí y pensé: este se baja en un par de estaciones.
Yo tenía una chica a mi derecha. Entre ella y yo tendría que pasar el muchacho si quería salir. Probablemente sería ella la que tendría que hacer un paso atrás para dejarle lugar. Y el preciado asiento sería mío.
Pasamos Villa Luro y descubrí que a mi izquierda otra joven podía amenazar mi asiento. Hablaba con una amiga sin parar. En realidad, era obvio que a ellas les correspondía el asiento de dos que tenían en frente. Y cuando volteó una dándome la espalda (y enfrentando a su amigota), sospeché que no podría generarme problemas. Aunque si tenía presente que mi asiento podía vaciarse en cualquier momento, tal vez voltearía nuevamente para robar mi lugar.
En Liniers, el joven que estaba sentado en mi asiento individual se levantó y bajó del tren. Detrás de él también bajó una señora mayor que estaba sentada en el asiento de dos que les correspondía a las otras chicas. No tuvieron problemas en bajar, ni yo los tuve con la joven que estaba a mi derecha y que debió correrse como lo había previsto. Pero a la izquierda las amigas se acomodaron rápidamente. Eso no me gustó nada. Una se sentó en el lugar abandonado por la señora mayor, ¡y la otra amagó a ocupar mi lugar!
-Disculpame- intervine sin dudarlo y con gesto soberbio –pero ese lugar es mío-.
-Ah, bueno, si lo querés…-.
Su falsa amabilidad me desorientó. Al punto que el rubor casi me hace renunciar a mi objetivo. Alzó sus hombros como esperando respuesta, la miré directo a los ojos, y se lo dije:
-Sí, lo quiero- Y se corrió nomás, como si le fuera indiferente.
Me senté agachando la mirada porque temía represalias en los gestos de los otros pasajeros.
Es que en el Sarmiento tenemos códigos, aunque a veces haya que ser muy hostil para hacerlos cumplir.

2 Causas y azares:

Blogger Oz dijo...

esta noche llego y me pongo a leer completa la saga del Sarmiento. Ahora ando en Mitre, pero aquel tambien fue durante un tiempo una de mis obseciones.

5:35 p. m.  
Blogger Lunita dijo...

Bueno, desde ya se agradece. Espero que los disfrute/padezca, tanto como yo :)

7:54 p. m.  

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