06 septiembre 2006

´taba de linda la cama...

Me levanté 6.30, y tomé el Sarmiento. Pero no, este no es un Sarmiento. De hecho no se viaja tan mal en el tren de las 7.10. Pero llegué a Once y desvié mi camino hacia la casa de mi novio. Tenía ganas de verlo ya, tempranito, sin tener que esperar a que salgamos del laburo. Estuvimos dando vueltas en la cama por lo menos dos horas. Que sí / que no. Que pedimos médico / que es mi primer día con jefe nuevo. Que no dormiste toda la noche / que vamos, dale. Y fuimos nomás. Me costó levantarme pero no había forma de sacarle al tipo la idea de no faltar al laburo… ¿Dónde se ha visto?
Llegamos tarde, obviamente. 10.30, para ser exactos. Y me enchufé. En general, cuando falto algunos días al trabajo vuelvo con toda la pila y nadie me pone palos en el camino. En el medio tuve que soportar a una loca que me partió los tímpanos porque no le devolvemos la plata… y lo peor es que su reclamo era más válido que las excusas institucionales que yo podía darle. Regresé a lo mío pensando que en mi primer día luego de una semana de vacaciones no iba a permitir que una loca me altere los decibeles. En el mostrador de Atención al Público siempre recibimos alumnos con sus historias, cruces e histerias, pero la infantería (así nos llaman) se la banca. Así que no me sorprendió cuando un chabón golpeó la puerta de la tesorería contra la pared, llevándosela por delante y haciendo un ruido ensordecedor. Y mucho menos cuando un tipito calzado con un calibre nosecuánto nos amenazó a todas para que nos corramos para el fondo / todos al piso / no me mirés la cara que te mato / bla-bla.
Seríamos unos diez, mirando el suelo más de cerca que cuando buscamos un arito. Al de Seguridad le mostraron una granada y lo amenazaron para que nos calme. Llantos, rezos, miedo, silencio, silencio. Llamá a la policía, me decía una que veía que yo tenía el teléfono al lado. ¿Fumaste más que los chorros vos? Cada uno reaccionando como podía... Y de lejos los gritos. ¡Dame la guita! ¡¡Toda la guita!! No tengo más, no tengo la llave de esa caja, ¡por favor! ¡¡Dame la guita que te liquido acá!! ¡¡No la tengo, no tengo la llave, te juro que no la tengo!!!
En unos segundos trajeron a esa compañera con nosotros.
Y en otros segundos más, se fueron…
´taba de linda la cama…

5 Causas y azares:

Blogger Fideos con manteca dijo...

que situación de mierda. ahora pensalo en frío y tomátelo con calma, o vas a terminar en una marcha con blumberg. No entendí dónde laburás.

1:40 a. m.  
Blogger Lunita dijo...

jajaja... Fideos, hay gente con la que uno puede sostener sabiamente que jamás marchará.

8:38 a. m.  
Blogger Unknown dijo...

Quien dijo que la mayoria de los problemas suceden porque la gente no se queda en su cuarto? No me acuerdo, ahora. Pero la violencia, delincuencia me tiene arto, aburrido. Ademas se metieron en nuestro lenguaje cotidiano 9 milimetros, sumario, rati,pericias, causa, calibre 22, 38 largo, malvivientes, salidera, robo expres y etc, etc: me parece todo tan berreta, de insoportable gusto, que me revuelve el estomago. Hay que padecerlo..... Te mando un abrazo, y hasta pronto.

6:01 p. m.  
Blogger Nicolás Mavrakis dijo...

Pero... No... Eso que les pasó fue una sensación. Cuando te encañoraron, no te encañonó un caco. Te encañonó la pobreza que idearon Martínez de Hoz, Blumberg y Menem. No es que te pudieron matar por nada, es que el Sistema crea pobres y los pobres son víctimas llevadas a robar por las circunstancias. Lo que se padeció fue el Sistema: encarnado.

Por eso yo siempre dije que había que oponerse a las marchas que reclaman seguridad. No sea cosa que un día la Realidad salpique a uno de esos templos de financiación pública del Progresismo y de repente, como no sepan qué decir, escriban algo lindo al respecto y se limiten a enunciar que "hay que padecerlo".

3:04 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

lo que logra tu distancia... me metí a chusmear cosas anteriores y me entero de esto... que garrón piba... al menos en tu laburo no viene Togneti para escrachar...

12:19 p. m.  

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