London

Llegamos a Londres. Una hora de viaje en tren. Todo nuevo. Todo alto. Todo cerrado. Hasta las 10hs. te abren pocos locales los domingos. Pero bueno, caminando un rato se llega a la Torre. No romana, pero si normanda.
La primera foto es frente al Tower Bridge, con el Támesis detrás.

Esto es Londres más a la tarde/noche.


Ya en la Torre de Londres, pedí otra vez la audio guide en español (todavía no pierdo el miedo a no entender algunas cosas...). E iniciamos el camino cerca de la Puerta de los Traidores, un lugar por donde entraban los prisioneros que ya no saldrían (unos copados estos ingleses...).

Esta es Lunita robándole la casita de uno de los guardias.

Y esta es la pequeña Lunita que demuestra cómo no le llega ni a los tobillos al Caballero.

La Torre fue una fortaleza donde también se concentraban un par de armas...

Ademas, hay una muestra especial con las joyas de la corona, pero obviamente ahí no dejan sacar fotos... Es para que sigas viendo cuanta plata han tenido desde siempre.

Y bueno, finalmente, me da fiaca cargar la foto de los Cuervos. Cuenta la leyenda que Carlos II recibió el aviso de que si los cuervos que solían visitar la Torre, la abandonaban, entonces la monarquía se vendría abajo. Por lo cual el Rey dispuso que siempre se mantuviera un número mínimo de pájaros. Y se los puede ver. Ahí tenés. Deshacerce de los británicos era más fácil de lo que parecía.

El recorrido habrá durado dos horas. En el medio, la lluvia. Sí, es cierto que en Londres llueve, mierda. Cagó todo el recorrido a pie. Intenté subir al subte (the tube, lo llaman ellos), pero el amarillo no funcionaba. Me indigna mucho cuando las cosas no funcionan acá... je. Tomé otro y llegué al Museo Británico. Cito textual a uno de los españoles que conocí en el viaje: "es para que veas todo lo que los británicos se han robado a lo largo de los siglos". Y así ví.

Tienen momias egipcias (dicen que la exposición acá es incluso mas grande que la de Egipto). La piedra Rosseta (el primer geroglífico, encontrado por Napoleon en 1812, creo). Tienen exposiciones para cada continente (aunque América Latina no figura, me pregunto por qué...). Y no me acuerdo más pero es mucho para recorrer en una sola tarde. Ya estaba muerta de hambre. Así que me fui a China Town, y me tomé un jugo de naranja exprimido. jejeje (lo peor es que lo digo en serio...). Es que a la mañana había desayunado mucho ya (típico desayuno londinense, con tuti). Al regreso, perdí el tren. Llegué cuatro minutos tarde... Así que dí vueltas un par de horas. Compré pilas para el reproductor de mp3 y escuché varias veces Las Flores, que se ha convertido en mi canción favorita. Y me acompaña también en este viaje.