12 noviembre 2006

Primer domingo en casa, después del viaje. Hoy tenemos Perfil, Clarín y Página. Me falta la Nación, pienso. Existe internet, pero no es lo mismo.
Me paso la tarde organizando todo lo que tengo que escribir. El profesor de periodismo político (curso que hago vía net) ya colgó la última clase y yo debo cuatro tareas. Repito: ¡¡¡cuatro tareas!!! Hoy terminé una. Composición tema: "tres defectos de los periodistas políticos". En el medio encontré un par más… pero bueno. Eran tres y antes de publicar el archivo en el foro, se lo doy a mi hermano para que lo corrija. Agradezco haberle dado un lápiz y no una birome roja. El pendejo me lo devolvió descuartizado. Errores por todos lados. Que la reiteración de palabras. Que sacá la primera persona porque no da. Que el periodista de opinión escribe para convencer y no para informar. Bla.
Me doy cuenta que la crítica es fundamental, pero… mierda que duele. Hace una semana que venía dando vueltas con el artículo y no pensé que sería pa´ tanto. Igual, ya está. Ahora se lo paso al profe para que vea que no estoy tan borrada y que en estos días le doy lo que falta y que quiero terminar de una vez con esto para empezar con lo que sigue y... Qué sigue… sigue un nuevo blog que estoy armando. Sigue decidir si los Sarmientos son neverlast o si ya les llegó la hora. O si la hora me llegó a mí… Clásica crisis posgraduada. Soy de manual, qué le voy a hacer...

1 Causas y azares:

Anonymous Anónimo dijo...

¡Fuerza comandante!

10:10 a. m.  

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