05 noviembre 2006

Basta para mí

Un poco de todo, supongo. Es muy raro llegar a las puertas de un país al que siempre quisiste volver, y preguntar en la oficina más cercana si te pueden cambiar la fecha de vuelo. Para hoy mismo si es posible. Ni salis del aeropuerto. Das vueltas hasta que se haga la hora del nuevo vuelo, y te vas. No pisaste suelo extranjero. La posibilidad había aparecido más de una vez estando en Cambridge, pero la verdad… estaba bueno quedarse ahí. Y entonces lo volví a pensar más seriamente los últimos días.
Supongo que son de esas encrucijadas en las que uno sabe que elegir significa también perder. Yo elegí perderme España porque lo necesitaba. Porque los afectos. Porque amo. Porque extraño. Porque las cosas que quiero hacer acá, que no dejé de intentar hacer allá pero que el tiempo no alcanza y entonces qué carajo hago viajando vestida de rosa si lo que quiero es poner las manos en el barro de una buena vez? Y así de rápido llegué el domingo a Buenos Aires. Y lloré feliz y aliviada al pisar suelo argentino. Porque de nacionalista no tengo nada pero si el sabor a nostalgia te acompaña durante todo el viaje, mejor pensar bien adónde pertenece uno.
Y falleció mi abuela, una semana después de que partí. Mi relación con ella se tornó casi inexistente en el último tiempo porque, para mi, ella era el anti-ideal. Es decir, esa clase de persona que jamás querrías ser. Pero era mi abuela y cuando me enteré lloré igual. A pesar de no haberle dado nada en los últimos años, me queda como una paz interna porque el día que me fui a despedir (antes de mi viaje), internada con la cadera rota, me pidió caricias en el pie acalambrado y la cara se le derritió de placer. Y estaba viva. Como mi papá que la última vez que lo vi, la sangre le corría por las venas. Es una forma de creer que siguen vivos en algún lugar, el hecho de no haber visto nunca su cadaver. Ese es el único consuelo que nos queda a los vivos, que somos los que todavía podemos sonreir, en medio de la muerte.
Tal vez el regreso tiene que ver con eso… con la urgencia de estar viva. Pero bueno, las respuestas me las dará el tiempo. La distancia me dio otras. Y volver me envuelve en su virtuosa incertidumbre. Anda a saber cómo empiezo a construir ahora…

9 Causas y azares:

Anonymous Anónimo dijo...

...dicen que matar es olvidar...

12:59 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Bienvenida!
y mucha suerte!

6:44 p. m.  
Blogger Buscccadores dijo...

Qué más decir Luna... me saco el sombrero ante usted.

Abrazo más cerca aún!

12:12 a. m.  
Blogger Lunita dijo...

Siempre importa quien dice que no importa... y la verdad... espero que para olvidar no sea necesario ese extremo... espero...
Gracias Leoooooo!! nos estaremos viendo en poco tiempo
Buscccador... su gesto es un lujo que no se si merezco... pero el abrazo lo tomo sin dudas :)

10:18 a. m.  
Blogger Unknown dijo...

...yo estoy feliz... que queré que te diga...

lo que necesites, eh!

10:44 a. m.  
Blogger María Petraccaro dijo...

Je, decisiones Lunita... Por algo será...

Yo, por mi parte, le doy la bienvenida.

12:46 a. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

Bienvenida piba... cómo vos dijiste: para que sufrir, no?
...Lástima que el pasaje no tiene cambio de titularidad :)

Bueno querida, acá, codo a codo... lista para compartir este nuevo tramo del camino

Abrazo!

3:47 p. m.  
Blogger Lunita dijo...

jajaja, igual, el cambio de titularidad es para el pasaje de regreso kerida... hay que pagar el viaje hasta alla...
Cuando les contaba a los europeos lo barato que les salia latinoamerica, se achicaban enseguida diciendo: si, pero el pasaje es caro!
y yo pensaba: si para vos es caro...

5:07 p. m.  
Blogger Lunita dijo...

Gracias Una!!!
y Funes... lo que necesite?? eso suena muy "amistoso" kerido... mire que yo ya tengo amigos...

5:08 p. m.  

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