London again

Llegar a Londres a las 5:30 de la matina, un sábado, no te deja muchas opciones. No se qué quilombo hubo con alguno de los micros, que juntaron el nuestro con otro que tenía que llegar máas temprano al aeropuerto. Y por eso, llegamos una hora antes a destino. Otra hora nos la bancamos en la estación, mirándonos las caras... Y después, otra vez fuimos salvadas por el mac donalds...
Creo que fue uno de los momentos más felices del viaje. Ver un mac donalds... abierto para desayunar a las 6:30 am!!! y mas que nada... para hacer tiempo calentitas. Ya cuando salió el sol, a las 8 o'clock, salimos a caminar, con nuestras pesadas mochilas en las espaldas.

El primer destino fue el Palacio de Buckingham. Ahí se ve...

La otra foto es de la gordita Reina Victoria, a la que le deben una importante etapa de crecimiento los ingleses, la última mitad de siglo XIX.


Bueno, esto es solo un detalle, para que vean que los teléfonos rojos no están solo en Cambridge.




Luego vimos desde afuera, la Abadía de Westminster... estaba un poco salada la entrada (£6) así que decidimos que por fuera estaba linda y ya.

Esta ruedita que se ve es el famoso British Airways London Eye, o sea, podés ver toda la ciudad desde ahí. Dicen que los días despejados, se puede ver hasta el Castillo de Windsor. La anécdota para compartir es que Lunita no aprende. No le alcanzó con la experiencia de la navaja en el aeropuerto, y entonces se llevó una tijera al London Eye... obviamente no pasé la seguridad... Pero bueno, como estaba pagando £13,50, me dejaron subir (aunque me retuvieron la tijerita, que recuperé cuando bajé). jeje

Esta es Lunita, mirando el Big Ben y el Parlamento.

Y este es sí el Big Ben, pero de noche.

Creo que en este viajecito ya hice una buena parte de lo que hay para caminar... Nos tomó una hora, caminar por una especie de rambla que bordea el Thames, desde el London Eye hasta la Torre de Londres. Todas las paradas que hicimos (almuerzo, internet, banco en una plaza), fue por sobre todas las razones, para descansar los pies y la espalda... Nunca más me llevo ropa al pedo... De ahí a esperar el micro de regreso a Cambridge. Para salir el domingo, a Oxford...