Lo más al norte del norte (de mi recorrido)
San Isidro es un lugar mágico. Apartadísimo del mundo. Sólo se llega caminando 7km. entre las montañas, siguiendo el río que repite su nombre mientras nos alejamos de Iruya. Salimos 16 chicas con un único varón, nuestro guía contratado (nacido en Iruya, aunque la mitad del año vive de la cosecha de cebolla en Río Negro). Tres horas de agotadora caminata. Primero un camino curvado, pero relativamente directo, pisando pequeñas piedras (de esas que lastiman si no tenés un buen par de zapatillas). Nos descalzamos para cruzar algunas veces el río. Luego, descender por la montaña. El camino está marcado y a su paso se abren y se cruzan las laderas empinadas, aunque no muy verticales, pero sí tremendamente verdes, azules y rojas. Muy por encima de nuestras cabezas se pierden las nubes entre el blanco agrisado que las distingue y la violencia del viento que las desarma y las recorre. San Isidro tiene aires de mito, de misterio, de tranquilo abandono. Pueblo blanco. Setenta familias, dice el guía. A mi me parecen dos. Piedras hechas casas. Iglesia, plaza principal y jardín de infantes y primaria (para la secundaria hay que caminar hasta Iruya). Casas hechas hostales. Comedores, caminos ripiados, aires purificantes, paz, hostales hechos gente. Poca gente. Me imagino hasta una semana viviendo este paraíso. No podría más. Pero suena a lugar necesario. Y ya sabemos lo que pasa cuando suena el río... En estos tiempos el silencio se esconde en los lugares apartados. Apenas nos detuvimos aquí una hora. Y arrancamos el regreso. Mis piernas tiemblan, mi corazón apenas respira. Pero añoro el camino de regreso, tanto como el de ida. Pienso mucho en mi viejo y la posibilidad trunca de contarle alguna vez que visité este lugar, y del camino que tuve que recorrer para llegar hasta aquí. A mucha honra, con mucha paciencia y con extremo esfuerzo. Vaya metáfora de la vida... A veces se necesita parar un poco, revisar lo recorrido, vivir los espacios de paz y escuchar el breve silencio. Y al corazón, que no ha parado de latir, por fortuna. |
7 Causas y azares:
Hay caminos de ida y de regreso.
Hay altos en el camino.
Hay estadías, como esta, que duran menos que todo el recorrido.
aunque indudablemente haya valido la pena el esfuerzo de haber llegado.
Creo que fue John Lennon el que dijo alguna vez que la vida es eso que sucede mientras uno está ocupado pensando en otras cosas.
Tambien dijo que no hay problemas, solo soluciones...
Será cuestión de seguir el camino,
de andar y desandar
de aprender, no?
de aprender mucho
De valorar todas las experiencias positivas
El tren a veces para aunque no detenga su recorrido
Que buena descripción
Su blog esta muy bueno, Luna
Luna hizo su propio diario de motocicleta, al igual que Funes.
Me imagino que la bocha debe girar en más de 360º y seguramente habrá inventado un giro superior a estos... pero yo creo que eso es bueno o al menos todo lo que de allí se puede sacar es importante, por no decir importantísimo.
Etapas, Luna, etapas... no?
Salutes y re contra bienvenida.
Gracias bestiamundana!!! bienvenido usted también... Ojalá nos espere un año de mucha producción literaria Aunque intentaré que lo mío no pase tanto por la ficción, no quiero abandonar la literatura.
Y usted, Inti... gracias por la visita. Y por compartir la metáfora ferroviaria...
Te dije que había leído tu blog, pero no te dije qué me había parecido. En realidad te contesté algo como para que no me repreguntaras cuánto había leído. Es que no quería iniciar una conversación, que por el tiempo que quedaba, no iba a llegar a nada.
Ahora te dejo este comentario para que sepas que sigo entrando a leer, y no puedo esperar a que publiques algo nuevo.
De verdad me gusta mucho como escribís. Que el próximo relato no sea el último.
eehhh.... gracias?
jajaja!!! Gracias!!!
de nada?
y...
de nada!!! (supongo)
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